Con la novedad de que el Gobierno de Tlaxcala cedió por fin los servicios de salud a la Federación, lo cual no se traduce en mejoras sustanciales para los tlaxcaltecas y le explico por qué.

Uno de los «talones de Aquiles» que ha tenido el gobierno de la 4T ya sea a nivel federal y en Tlaxcala, es justamente el de la salud.

Cuando llegaron en 2018, prometieron un sistema como el de Dinamarca, lo cierto es que han pasado ya cinco años y las cosas en el sector siguen igual y en muchos casos están peores.

Luego y ante tanta ineficiencia, se inventaron el famoso Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), el cual terminó siendo un rotundo fracaso. De ahí dieron paso al nuevo esquema de salud IMSS- Bienestar.

Este nuevo programa, no es otra cosa que un Seguro Popular, solo que los estados, sobre todo los gobernados por MORENA, entregaron a la federación el control total de su sistema, incluido infraestructura, personal y recursos económicos.

Lo peor de todo no es eso la entrega del patrimonio en materia de salud, sino que han pasado gobiernos, colores y partidos y la situación para la población de a pie, sigue peor que antes.

En Tlaxcala, pese al discurso oficial, siguen el desabasto de medicamentos, insumos, personal y las graves carencias en infraestructura y ahora, con este nuevo esquema, hay un total desconocimiento y falta de información para los trabajadores, sobre todo los que pertenecen al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSSA).

Antes, era común que todos los males del sector se los cargaran a la Secretaría de Salud (SESA), ahora, que ya existe hasta un nuevo encargado de operar el OPD IMSS- Bienestar en la entidad, cuyo nombre es Gabriel Gutiérrez Morales, la base sindical y sobre todo la gente, ya no sabe de quién es esa responsabilidad.