A la brava, dirigente de la CROC y allegados pretendían desalojar a trabajadores del estacionamiento para hacerse del control del lugar, los afectados defendieron sus fuentes de trabajo ante agresiones
Alfredo González
La mañana de este lunes, la tensión privó al interior de las instalaciones del centro comercial Gran Patio, ubicado en el municipio de Apetatitlan, donde de manera sorpresiva, supuestos miembros de la Coalición Revolucionaria de Obreros y Campesinos intentaron desalojar con violencia a trabajadores del estacionamiento para hacerse con sus fuentes de empleo e instaurar un coto de poder sindical, lo cual no pudo concretarse al haber resistencia de los afectados.
Fue poco después de las 10:30 horas, que un reporte hecho al servicio de emergencias 911 alertó a corporaciones de seguridad pública de que, en él área de estacionamiento del complejo comercial se registraba un enfrentamiento a empellones y empujones entre varias personas, donde sujetos desconocidos agredian a los empleados que prestan servicio asistiendo a automovilistas, por lo que elementos de la policía municipal y estatal fueron desplegados.
A su arribo, encontraron al grupo de trabajadores concentrados cerca de uno de los accesos, señalando que en el interior de la poza, el grupo perteneciente a la CROC, encabezado por Justino Hernández Xoñocotzi, quien dijo ser el dirigente, se refugiaba en el interior del recinto tras un primer enfrentamiento.
Por lo que, se implementó un dispositivo de seguridad en la zona para tratar de inhibir situaciones de violencia, mientras Hernandez Xolocotzi se atrincheró al interior de un restaurante, donde supuestos allegados permanecían en el acceso a manera de cuerpo de seguridad improvisado.
De acuerdo con los afectados, la situación habría tenido origen desde hace algunos años, cuando dicho grupo de trabajadores se manifestaron en el exterior de la poza comercial para exigir solución a los problemas de falta de clientes que originaban las obras de remodelación de la carretera Apizaco-Chiautempan, siendo que en esa ocasión, personas que en ese entonces ocultaron pertenecer a la CROC ofrecieron servicios de asistencia legal, pretendiendo incursionar en el espacio laboral.
Sin embargo, pese a no tener mayor apoyo de los entonces afectados, la CROC intentaría apropiarse de los espacios laborales para despojar de su fuente de empleo a decenas de personas y otorgarlos a personas sindicalizados de la agrupación, con el fin de obtener capital político en un polo de desarrollo económico, advirtiendo que no permitirán que la CROC los despoje por la fuerza de sus fuentes de empleo que datan incluso de hace más de una década
