Autoridad debe garantizar el «no maltrato a nuevas alumnas» y cumplir acuerdo normalista, mientras estudiantes buscan control del plantel
Al tiempo que podría radicarse una nueva queja por maltrato físico y psicológico ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) que se sumaría a la que sigue ‘viva’ y derivó en una recomendación en contra de la la Secretaría de Educación Pública del Estado y Unidad de Servicios Educativos de Tlaxcala (SEPE-USET), estudiantes de la Escuela Normal Rural «Benito Juárez» con sede en Panotla en Tlaxcala; insisten en la búsqueda de obtener el control total de la institución mediante la remoción a modo de los directivos y acusar sin dar detalles supuesto «incumplimiento de los acuerdos, así como represalias en contra de las alumnas».
La disyuntiva que enfrenta la autoridad educativa en la entidad, ante la que hace algunas semanas entre las varias decenas de puntos que integran el pliego petitorio normalista está la destitución del actual cuerpo directivo y el nombramiento con su aprobación (de las estudiantes) de uno nuevo para así tener el control absoluto de la institución que previo a la movilización, una vez más durante la tradicional «novatada» se vió envuelta en señalamientos y denuncias de posibles malos tratos en contra de las alumnas de nuevo ingreso, quienes tienen que soportar vejaciones que rayan en lo inhumano.
Jóvenes de escasos recursos locales y foráneas que en busca de un mejor futuro lograron su matrícula en la escuela con formato de internado, las que de acuerdo a material de prueba en poder de este medio sufrirían probables abusos y violaciones a su dignidad como personas, las que son sometidas a la aplicación recurrente y sistemática «con intenciones de adoctrinamiento» a maltratos específicos por parte de las miembros del concejo; situación que trascendió los muros de la Normal y llegó a sus hogares, acciones que encendieron focos de alerta y fueron denunciados por paterfamilias, quienes se han reservado su derecho a proceder.
Mientras la autoridad de intención progresista, las conmina a generar una manifestación propositiva que vaya acompañada de un aprovechamiento académico acorde a las exigencias educativas, quienes con posibles excesos en el terreno de lo moral mantienen el control de la institución, insisten una vez más en la destitución de las autoridades, a pesar de que cohabitan en una sede alterna y solo observan el cómo se desarrollan las actividades en la Normal Rural, dónde es común y casi normal el consumo de bebidas que nublan la razón y que ante alguna inconformidad ejerzan presión y hasta retengan a miembros del cuerpo docente.
Debido a ello es que resulta necesario se informe a la opinión pública, pros y contras que implica el mantener vigente, y en funciones la Normal Rural «Benito Juárez» de Panotla en Tlaxcala, ya que al parecer no es capaz de producir o ser autosustentable y como es bien sabido el promedio para su ingreso es el mínimo aceptable, de allí que esté ubicada en los últimos lugares de rendimiento y aprovechamiento; siendo interesante saber la razones que permiten a la estudiantes el negociar un pliego de peticiones, pero sobre todo el tomarse atribuciones que solo competen a las autoridades.
