A un año de rescatadas, esperan las víctimas de sustracción de menores que las autoridades cumplan con su responsabilidad y obligación
15 de Junio 2025 / Tlaxcala, Tlax. (J. Julián Flores) Foto (Especial)
Este 14 de Junio, se cumplió el primer año de que después de ser arrebatadas violentamente de los brazos de su madre, las mellizas tlaxcaltecas de ascendencia mexico-colombiana fueran recuperadas -en condiciones no claras- y entregadas a Marcela -N- quien cuenta con la guardia y custodia legales, anualidad en la que la abuela, la tia y su progenitor enfrentan al interior del Centro de Reinserción Social (CERESO) en Apizaco un proceso legal en su contra por el delito de sustracción de menores; tiempo en el que por posible omisión de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) el abuelo y una tia abuela -paternos- siguen prófugos, mientras las víctimas del delito considerado grave han sido objeto de agresiones, campañas de odio y descalificaciones por parte de familiares, amigos y hasta comunicadores.
Pese a que el caso de las mellizas sustraidas se hizo visible y cobró notoriedad destacada a nivel nacional e internacional, obligando a la intervención de los Gobiernos de México y Colombia para romper el cerco de miedo e impunidad, debido a que los hoy investigados son juristas y se presumían influyentes por su amistad con la Gobernadora, jueces y ministerios públicos. A la fecha las menores de identidad reservada y su madre continúan a la espera de justicia ya que por la permisividad del juzgador, las condiciones físicas y acciones legaloides dilatórias, la audiencia intermedia ha sido frenada o aplazada hasta en casi una decena de ocasiones; haciendo patente que en Tlaxcala la justicia no es pronta y mucho menos expedita.
Por ello las víctimas del primer caso de sustracción de menores judicializado en la entidad, exigen respetuosamente a la Fiscal General de Justicia de Tlaxcala, Ernestina Carro Roldán, gire instrucciones para que se cumplimenten las ordenes de aprehensión pendientes para por fin llevar a cuentas a los dos prófugos implicados en el citado delito, quienes casualmente siguen libres pese a que social y políticamente son muy conocidos. Finalmente con la recién votada renovación del Poder Judicial, cuando existe otra vinculación a proceso por violencia familiar en contra de uno de los procesados; las afectadas esperan el caso recobre su cause, prime el interés superior del menor y permita que las víctimas del delito reciban justicia, para que puedan vivir una vida libre de violencia.