A pesar de los reiterados señalamientos de transparencia y total cumplimiento con las obligaciones de rendición de cuentas por parte de la dirigencia estatal del Partido Acción Nacional (PAN), ha pasado un lapso de 11 meses sin una respuesta clara, revelando un contraste con la imagen de apertura que pretenden proyectar.




Este prolongado silencio sugiere la posibilidad de que la dirigente estatal esté protegiendo a su cónyuge, quien, según se sospecha, podría estar incumpliendo con las obligaciones financieras del partido, como el pago de cuotas. Dichas cuotas son requisitos esenciales para aspirar a cargos partidistas o candidaturas, según la normativa interna del PAN.
La persona que presentó la solicitud en meses anteriores buscaba conocer si los alcaldes panistas habían cumplido con sus obligaciones financieras. Sin embargo, la respuesta de la dirigencia blanquiazul fue evasiva y, ante esta situación, el solicitante recurrió a un procedimiento de revisión. El pasado 25 de octubre, se resolvió a favor de la persona interesada, concediendo un plazo de 10 días al PAN estatal para proporcionar una respuesta. Este plazo ya ha expirado, lo que podría llevar a sanciones por parte de las autoridades competentes debido a la persistente omisión de la dirigencia estatal panista.
Esta situación evidencia una imagen del nuevo PAN que contradice sus declaraciones de transparencia: opaco, simulador, indeciso y tardío.