Al exterior de la sede del PRI sujeto de mediana edad pierde la vida tras convulsionar varias veces y ser ignorado durante horas por servicios de emergencias

La noche de este miércoles, un sujeto en posible situación de calle perdió al vida en la vía pública en la ciudad de Tlaxcala, esto después de que varias horas fuera ignorado por la aparente resistida de cuerpos de emergencia que se negaron a atenderlo pese a ser reportado por ciudadanos de presentar cuadros de convulsiones repetitivas mientras se encontraba tendido en la vía pública.

Los hechos se registraron poco después de las 21:00 horas, cuando en el exterior de la sede estatal del Partido Revolucionario Institucional, sobre la calle Miguel Lira y Ortega, frente a la dirección de pensiones civiles del estado y la Subsecretaría Técnica de la Secretaría de Gobernación, oficina encargada de tareas de “inteligencia”, vigilancia furtiva de ciudadanos, organizaciones, actores políticos y comunicadores, una persona del sexo masculino se encontraba tendida sobre el suelo sin aparente conciencia.

De acuerdo con versiones, el sujeto se encontraba en el sitio desde aproximadamente las 17:30 horas, cuando comenzó a convulsionar de manera repentina, hecho que fue notificado al servicio de emergencias sin que los cuerpos de rescate o elementos de policía se apersonaron en el lugar, hecho que se repitió en al menos cuatro ocasiones en el transcurso de las horas; siendo que, al arribo de paramédicos de protección civil y policías capitalinos, el sujeto carecía ya de signos vitales.

Por lo que fue colocado un acordonamiento en el lugar, al tiempo que se realizó un corte a la circulación desde la calle Zitlalpopoca hasta la calle Guridi y Alcocer, para dar paso a las labores de remoción del cuerpo inerte y la interacción de posibles indicios a cargo de personal de la Procuraduría General de Justicia del Estado, donde cabe destacar que trascendió que al ahora occiso se trataría de una persona en situación de calle que vivió sus últimos instantes ignorado por la autoridad