La no dotación de uniformes y chalecos balísticos, los expone a situaciones de inseguridad y escarnio público

A propósito del tercer o cuarto relevo en la titularidad de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de Tlaxcala debido a la renuncia al cargo por motivos «personales» del General en retiro Raúl Ruiz García, elementos de esa corporación rompen el silencio para al través de este medio pedir encarecidamente y con respeto a la Jefa del Ejecutivo estatal; se resuelva lo correspondiente a la dotación de uniformes y calzado, así como el equipo de seguridad (chalecos) que a la fecha sigue sin entregarse.
En este sentido, los denunciantes señalaron que en lo que va de la actual administración solo les fue dotada una camisola, una chamarra y un cinto, quedando lo demás pendiente por la entrega a municipios entre ellos Apizaco (que no los usa), situación que los ha obligado a resolver los faltantes invirtiendo dinero de su propio salario o en otros casos acudir al teñido tradicional de las prendas con medios caseros; ya que debido a las constantes lavadas y exposición al sol, pero al solo contar con un solo juego de piezas el uniforme se observa descolorido o pardo.
En lo que respecta a los chalecos balísticos de protección personal, si bien no estan del todo obsoletos, la gran mayoría han rebasado su caducidad y su aspecto es deprimente, ya que por el constante uso perdieron su forma y medios de sujeción al cuerpo del usuario, lo que obliga a que los adscritos a la Secretaria de Seguridad Ciudadana (SSC) que en teoría deberían lucir con garbo su uniforme; se vean rotos o raídos, remendados, descoloridos y hasta pintos, más tomando en cuenta que por su presencia en todo el territorio estatal, la imágen que se proyecta de los representantes de la autoridad es de descuido y deficiencia.
Por ello, los entrevistados no dudaron en afirmar a la acción de incumplimiento la envuelve un fuerte tufo a corrupción, por lo que es necesario realizar un análisis profundo a las áreas de Desarrollo Policíal y Almacén de la referida dependencia, para saber lo referente al manejo y destino de los recursos, a los que legalmente tienen derecho y de paso lo referente a los mandos policiales, quienes a últimas fechas se han visto envueltos en situaciones desagradables de ilegalidad, probables de delito o abusos de autoridad que más allá de manchar a la corporación no los representa y son muestra de la flagrante impunidad con que se manejan, al mantenerse activos sin sanción o castigo.